30/03/2023.- Todo surgió con motivo de la celebración del 8M. La profesora de Educación Primaria en el Colegio "Dolores Medio" Beatriz Vigil Gómez propuso a la madres de su alumnado que fueran a clase para explicar en qué consistía su profesión. Habida cuenta de que tres de ellas, Nuria Fanjul Merle, Covadonga Santianes y  Salomé Rey eran abogadas, compañeras del ICA Oviedo, la docente les propuso recrear un juicio para que los niños entendieran conceptos como la presunción de inocencia, indicios, sentencia,... y la dinámica de un procedimiento judicial.

Basándose en un juicio real al que había asistido Salomé como defensa, un presunto robo de un ordenador que estaba dentro de un coche cuyo dueño se había olvidado dejar cerrado, se pusieron manos a la obra, enrolando también en la actividad a la otra profesora del primer ciclo del centro, Inés Viejo Suárez.

Se repartieron los papeles y así se lo explicaron a los niños antes de empezar la actuación: Sisona, la presunta ladrona, interpretado por Nuria, la policía, representada por Inés, y las tres abogadas, Nuria, Covadonga y Salomé, como jueza, Ministerio Fiscal y defensa, respectivamente, con unos ayudantes de excepción, sus hijos, Irene Méndez-Laiz Fanjul, Olaya Méndez Santianes y Maximiliano Arboleya Rey.

Durante el proceso, los niños no perdieron detalle, siguieron con atención cada uno de los interrogatorios y cómo la jueza iba poniendo orden en la sala ante una Sisona un tanto peculiar, adornada con cables por todo el cuerpo y bastante habladora. 

Al final, la jueza les explicó que serían ellos los que determinarían si, ante lo escuchado, debían condenar a la acusada a una pena de cárcel o no, por considerarla culpable o inocente. En un principio, menos dos manos, el resto se alzaron para culpabilizar a Sisona, pero un debate posterior entre todos igualó la balanza, aunque finalmente salió condenada, al contrario que en el caso real que la jueza determinó su absolución por falta de pruebas.