27/01/2024.- Este viernes tuvo lugar el acto de toma de posesión de la nueva Junta Directiva de la Agrupación de Abogados Jóvenes del ICA Oviedo, presidida, por tercera vez consecutiva, por Gloria Taboada, quien con este mandato culminará su ciclo dentro del colectivo joven colegial.

El acto contó con el respaldo y la presencia del presidente y secretario de la CEAJ, Alberto Cabello Massegosa y Borja Llonín Blasco, respectivamente, así como de una amplia representación de la Junta de Gobierno colegial, con el decano, Antonio González-Busto, presidiendo el evento, quien, tras la apertura del mismo, cedió la palabra a la secretaria de la Junta Directiva saliente, Ángela Fernández Carrero, para dar lectura del acta de proclamación de la nueva.

El primero en jurar el cargo fue el secretario, Adrián Adrio Parra, para, desde el atril, ir llamando a la nueva junta, empezando por su presidenta, Gloria Taboada, su vicepresidente, Pelayo Fernández Zapico, sus siete vocales, Natalia Álvarez López, Carlos Oro Ordóñez, María Sierra Méndez, Estefanía Fernández Rodríguez, Ignacio Arce Orejas, Covadonga Díaz y Noelia Delgado Fernández, y terminando por la tesorera, Laura Riesgo Nieto.

Tras las once juras o promesas accedió al atril el presidente de la Confederación Española de la Abogacía Joven, Alberto Cabello Massegosa, para pedirles a los miembros de la recién proclamada Junta Directiva de la AAJ, que "sigáis manteniendo ese talante de construcción, que sigáis siendo reivindicativos, porque hay muchas cosas por hacer y contáis con el apoyo de la confederación".

Una visiblemente emocionada Gloria Taboada le siguió para pronunciar un breve discurso en el que dedicó palabras de agradecimiento a todas las personas que le acompañaron en los dos mandatos anteriores y de aliento a todas las que le iban a acompañar ahora en esta "época de transición", donde "lo tenéis todo por delante, confío en vosotros, sé que lo vais a lograr".

El decano cerró el acto animándoles a practicar una profesión que "solo comprendemos quienes la ejercemos, y solo quienes la ejercemos sabemos del sufrimiento que procuran los golpes que recibimos, pese a lo cual, la amamos con la profunda convicción de quien sabe que, con su práctica, está favoreciendo el servicio de la justicia como remedio último del que disponen los ciudadanos para ver respetada su dignidad, para poder desarrollar su personalidad de manera libre y para asegurarse de la protección efectiva ante la ley".